Bienvenida al club
Hoy nos despedimos de nuestra ya ex-editora Tania Tapia ❤️. También un perfil sobre un gran filósofo, la marca del terror, datos sobre mujeres y paz y una entrevista que viene.
El video dura unos pocos segundos. Primero se ve una tanqueta del Esmad descargar una ráfaga de bombas lacrimógenas desde el techo, mientras la calle queda cubierta por una niebla blanca y asfixiante. Después, un escuadrón del Esmad avanza como una masa negra, decidida e imparable, hacia los manifestantes que corren aterrados hacia todas las direcciones. Uno de los agentes se ve apuntar su arma “menos letal” hacia la cámara, que sin embargo no se mueve. La grabación no tiembla, no titubea, como si estuviera siendo sostenida por un trípode. Pero no es un trípode, son las manos de Tania Tapia, entonces redactora de esta revista, a la que ni por un segundo le tiembla el pulso ni le gana el instinto para darse la vuelta y echarse a correr para protegerse. Ni siquiera ante los reclamos de los demás que le pedíamos que se cuidara.
Cuento esto porque me parece que resume en una imagen simple lo que fue el trabajo de Tania Tapia en esta revista y me ayuda a soltar los dedos para tratar de describir la falta que nos va a hacer ahora que decidió bajarse del vagón de esta redacción.
Nos va a hacer mucha falta no sólo por su pulso de hierro y su arrojo. También porque fue con Tania que agarramos las riendas de esta revista, sin tener muy claro cómo lo íbamos a hacer, pero convencidas que no íbamos a renunciar a hacerlo desde el punto de vista de quienes somos: mujeres, jóvenes, con una curiosidad insaciable.
Nos enseñó a nunca dudar de la intuición como herramienta fundamental para hacer el periodismo que nos gusta hacer. Su capacidad para entenderse como parte de una sociedad y aprovecharlo para contar historias íntimas pero universales, como la serie que hizo en plena pandemia para tratar de poner en palabras cómo el encierro y la distancia estaba afectando todo, incluso nuestra capacidad de mantener viva la chispa del amor. O la historia que hizo a partir de su propia frustración por no encontrar sus pastillas anticonceptivas, y que se convirtió muy rápido en una de las más leídas en la historia de esta revista –y que también fue una sensación en TikTok–.
También el valor de la irreverencia para tratar de darle sentido a una realidad cíclica y repetitiva en la que parece que ya se dijo todo pero en realidad queda todo por decir. Como cuando se lanzó sin muchas precauciones a entender la violencia de las acciones directas en las movilizaciones feministas, dudando del rechazo rápido que la condena, sin detenerse un segundo para tratar de entenderla “como signos de alerta que llaman la atención sobre lo que es urgente, sobre lo que no encontró otra forma de resolverse”, como escribió ella misma en este espacio.
Y extrañaremos mucho su capacidad casi infinita de cuidar a otres y preocuparse por su bienestar, en una profesión que muches describen como implacable, y en la que pocas veces hay espacio y tiempo para entender cómo nos atraviesan las historias que contamos y los efectos en nuestra salud mental.
Tengo que decir que odio las despedidas. Siempre que tengo que usar este espacio para despedirme de alguien –porque es un espacio para contar lo que no contamos en otros lados, incluso cuando son noticias difíciles de contar–, se me arma un nudo en la garganta y los dedos se me entumecen y no consigo encontrar las palabras para escribir lo que quiero decir. Pero hoy pude escribir con algo de soltura y creo que es porque me abraza una convicción irremediable: aunque Tania Tapia ya no tenga un puesto fijo en el vagón de 070, haremos un esfuerzo permanente para que sus lecciones –que fueron muchas más de las que puse aquí– no se desvanezcan en la rutina.
Pero sobre todo porque, como hemos dicho antes en este Niusléter, nos queda la tranquilidad de que Tania sabe que 070 es un ex tóxico e insoportable, y que por lo tanto, le quedará muy difícil desprenderse de todes nosotres.
Te queremos, compañera, y te deseamos todo lo mejor en lo que se viene, que estamos seguros que será tan increíble como tu pulso de hierro. Bienvenida, Tania Tapia, a este combo exclusivo:
Natalia Arenas, directora de 070
Necesitaba escribir un perfil, pero no sabía que terminaría escribiendo un perfil necesario. Necesario para mí. Era una entrega de clase. Escarbaba en conversaciones con amigos, conocidos, en internet. Buscaba una persona retadora, capaz, algo ecléctica. Pasaron días de incertidumbre hasta que una amiga, Valentina (quien sale en el perfil), por pura casualidad me contó sobre Santiago Amaya: un filósofo de territorios, preocupado por la biología que nos permite decidir o reflexionar qué hacemos, quiénes somos. Sin embargo, ese no fue el gran descubrimiento. Entrevistando a Santiago y escribiendo el perfil descubrí que deambular, cambiar de rumbo, reconstruir la vida propia no sólo es normal, es deseable. Quizás es la única forma de ser creativo, interdisciplinario, multimodal, lo que creo indispensable para vivir. Santiago quiso ser periodista, literato, sociólogo, filósofo dedicado a los clásicos, quiso estudiar en Europa. Y no. Así no fue. Pero con todos esos cambios de rumbo, mapeó un territorio inhóspito que hizo suyo: el estudio de la moral, consciente de la psicología, no desde las ideas del filósofo, sino desde las palabras de las personas. No hay otro camino al acierto que el error reflexivo; una vida también se define al saber quienes no fuimos para ser quienes somos.
Poniéndome metanarrativo, este perfil era otra cosa, era un buen intento pero nublado. Es lo que es ahora gracias a la lectura paciente y a los comentarios generosos y brutalmente realistas de Tania Tapia Jáuregui. Gracias, Tania, por admitir el poder de cada palabra de secuestrar o destrozar la atención del lector. No solo yo, sino muches de nosotres seguro llevaremos estas reflexiones párrafo a párrafo. También sabemos quienes somos al recordar quienes nos cuidaron, y editar es una forma del cuidado.
David Augusto de Salvador, estudiante de la maestría en periodismo de la Universidad de los Andes y colaborador en 070.
La marca del terror
La creación de marca es el proceso en el que un bien de consumo crea su identidad entre un grupo de semejantes para existir y permanecer desde la peculiaridad. Desde la identidad de marca conocida en el mundo del mercadeo como “branding” se da respuesta a estas necesidades (crear conciencia en el consumidor, promocionar productos y conectar con la audiencia) desde la creación del nombre, redacción de eslóganes y el establecimiento de un canon de códigos visuales, colores, tipografías e iconografía.
Cuando hablamos de identidad de marca los grupos terroristas y organizaciones insurgentes no se diferencian de otras en sus necesidades de representación. Para promover sus ideas y distinguirse, diversos movimientos alrededor del mundo han implementado sistemas de identidad capaces de transmitir significado y emocionalidad, estas decisiones en conjunto han sido jugadas contundentes para transmitir sus ideales, creencias y capacidades como organización.
Branding Terror es un proyecto de investigación en el que Francesco Trivini Bellini (diseñador gráfico) y Artur Beifuss (analista y antiterrorista) analizaron semanalmente en un blog diversas “imágenes del terror” recibidas por su audiencia alrededor del mundo. El ejercicio de publicación consistía en diseccionar los elementos gráficos y discursivos para exponer un análisis narrativo de las diversas organizaciones que operan al margen de la ley alrededor del mundo. Tras una lucha constante contra la censura en internet, su última opción para compilar y continuar con el creciente proyecto fue volver a los impresos y publicar el material recopilado en un libro .
En el prólogo, Steven Heller (Director de arte y periodista) menciona que leer y revisar el contenido del libro entendiendo a los movimientos terroristas e insurgentes como marcas facilita la comprensión de los discursos e incita a cuestionar el rol del diseñador como agente combativo de discursos ideológicos violentos en tanto se diseccionan mensajes de carácter bélico en elementos formales pertinentes para el análisis y la construcción de nuevas narrativas.
Si todas las organizaciones terroristas son marcas, y todas las marcas funcionan como una herramienta sin moralidad y conciencia, ¿cuáles son las diferencias entre Coca-Cola y Hamás?
Nefazata, todera visual en 070.
El Quinto Informe de Seguimiento: “Mujeres enrutadas en la implementación del Acuerdo de Paz 2022”, elaborado por la Ruta Pacífica de las Mujeres y presentado el pasado 11 de octubre, deja cifras importantes sobre el avance, los desafíos y oportunidades de los primeros seis años del Acuerdo de Paz firmado en 2016 por el gobierno y la antigua guerrilla de las Farc. A continuación, algunos datos para tener en cuenta:
El 35% de las mujeres excombatientes son jefas de hogar.
En las próximas elecciones territoriales 143 firmantes del Acuerdo de Paz serán candidatos. De ellos, 35 son mujeres.
Una de cada 10 mujeres firmantes ha expresado tener barreras para el acceso a la salud. La principal barrera es la lejanía de un centro médico.
Según el registro de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPDD) en el marco del conflicto armado se encuentran aproximadamente 2.500 casos abiertos de mujeres desaparecidas.
Desde que el Acuerdo se puso en marcha se han contabilizado aproximadamente 7.000 nacimientos de hijos e hijas de padres y madres excombatientes.
De los 13.394 miembros de las Farc que se acogieron al Acuerdo de Paz, solo 13 se identificaron con un género distinto al que les fue asignado al nacer.
Según datos de la Agencia de Reincorporación y Normalización (ARN), ocho de cada 10 personas en proceso de reincorporación se encuentran afiliadas al régimen pensional.
De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), desde la firma del Acuerdo, se han reportado 115 casos de niños, niñas y adolescentes reclutados por grupos armados no estatales.
Desde la firma del Acuerdo, la Misión de Verificación de la ONU ha confirmado 355 asesinatos de excombatientes.
Nilson Murgas, practicante en 070.
Este domingo publicaremos una entrevista con el historiador Luis Eduardo Bosemberg sobre lo que está ocurriendo en Israel y Palestina. Durante décadas, Bosemberg fue profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Los Andes y es especialista en historia moderna del Mediterráneo, aunque también ha investigado sobre la Alemania nacionalsocialista, así como el conflicto palestino-israelí. En la entrevista, Bosemberg nos dijo que dudaba de los videos que prometen desentrañar ese conflicto extenso y amargo en cinco minutos y por eso se tomó un tiempo para explicarnos sus raíces religiosas –nos habló de la importancia simbólica de Jerusalén–, pero, aún más, las raíces territoriales. Esta, sin embargo, no es una entrevista sobre el pasado, sino sobre el sufrimiento que hoy miles de personas, palestinas e israelíes, atraviesan y la imperiosa necesidad de no clasificar a unos u otros como buenos o malos, sino, en palabras de Bosemberg, de buscar una salida negociada que asegure un futuro digno para todos. Por más ingenua que esa aspiración parezca ahora.